
Recientemente hemos publicado un post donde hablábamos de delitos con ingeniería social. Aunque internet y las nuevas tecnologías están presentes, tal y como comentamos, estos delitos son una evolución de delitos tradicionales que han dado el salto hacia las nuevas tecnologías.
Hoy queremos hablar de nuevos delitos se realizan con nuevas tecnologías. Delitos que antes no se producían y que creemos importante difundir, ya que algunos de ellos son fácilmente evitables. Lo primero que queremos trasladar, es que la tecnología no es mala, simplemente es tecnología, ahí depende del uso que cada uno quiera darle. Por ejemplo, con el auge de las redes sociales la gente comparte con sus amigos, conocidos y personas que tiene agregadas a las redes sociales (aunque no conozca de nada) sus imágenes, sus viajes, etc. Hemos podido encontrar mucha gente, que tras adquirir una vivienda o mudarse a un nuevo piso en la ciudad, hacen una foto sonriente sosteniendo las llaves del mismo. Divertido… inocente … ¿o no?. Observando la llave se puede saber la marca y el modelo de la misma, esto nos proporciona las dimensiones reales de la llave. Con esto y la foto se puede escalar (ajustar la imagen de la foto) a su tamaño real en altura, anchura y largo. A partir de ahí con un programa de diseño en 3 Dimensiones se genera un modelo que se puede imprimir por muy pocos Euros obteniendo una copia idéntica de la llave. Cómo evitarlo? Bueno… ¿publicarías en internet una foto de tu DNI o de tu Tarjeta de Crédito?… simplemente añade tus llaves a esa lista.
Las impresoras 3D están resultando una mina para los delincuentes, el bajo coste de las impresiones y la facilidad para generar modelos hace que se utilicen por ejemplo para clonar precintos y camuflar robos en contenedores que continúan su trayecto sin dar ninguna muestra de haber sido manipulados. Del mismo modo, esto está afectando a nuevos sistemas de seguridad como la biometría, actualmente ya es posible obtener una copia de una huella dactilar que se imprime en un molde de silicona que se adapta a tu dedo y de esta forma puedes burlar la seguridad por ejemplo de un dispositivo iPhone o acceder a alguna instalación protegida. Aunque está claro que para poder hacer una copia tienes que tener acceso previo a la huella dactilar. Es importante indicar que pese a todo, cualquier sistema biométrico es más seguro que el clásico acceso a través de usuario/contraseña
Siguiendo con las impresoras 3D, ya existen en internet publicados modelos que permiten fabricar una pistola totalmente operativa y que (dado el material con la que está construida) no es detectable en los escáneres de los aeropuertos. Este tipo de pistola, pese a que en algunos países se considera legal, en España no es así, en otros paises con legislación similar ya ha habido condenas por la impresión y distribución de este tipo de material
Dentro de las estafas en el mundo del arte, las impresoras y los escáneres 3D están tomando protagonismo. Los nuevos materiales plásticos son utilizados por artistas para crear sus obras de arte. Cuando es el caso, es relativamente sencillo utilizar un escáner en 3 dimensiones para generar un modelo de la obra que luego pueda imprimirse a través de una impresora 3D. Se pueden imprimir tantas copias como se deseen y posteriormente venderlas como si fueran el original, pero hay que tener claro que esto se considera un delito de estafa tipificados en el Código Penal, en los Art. 270 CP y Art. 248 CP. De hecho expertos ya destacan que se ha avanzado tanto en el escaneo e impresión en tres dimensiones es posible replicar las pinceladas originales hasta los mínimos detalles generando copias de cuatros que son prácticamente idénticas a los originales. .
Cierto es que de vez en cuando surge alguna nueva modalidad de delito que a nuestro entender entrarían más dentro de la categoría de “bulo”, como el relacionado con el uso de las nuevas tarjetas “contactless”. Con esta tecnología para realizar el pago se aproxima la misma al TPV, aquí, si el importe a pagar es menor de 20€ no se requiere firma ni autorización. Se ha publicado que los “amigos de lo ajeno” ya son conscientes del tema por lo que se desplazan en lugares con aglomeraciones de gente donde se sitúan cerca de sus víctima. Si acercan el TPV lo suficiente al bolso o a la cartera de su víctima (5 cm o menos) pueden generar un cargo contra su tarjeta de crédito. Para evitarlo, aplicarían las mismas recomendaciones que se usan para evitar a los carteristas, evitar llevar la cartera en el bolsillo trasero del pantalón, y llevar bolsos y mochilas delante siempre visibles. En caso de detectar un cobro indebido, inmediatamente presentar una denuncia. Pero lo cierto es que dado que los TPV están asociados a una empresa o persona física, por lo que es posible identificar y detener a los criminales. Y además el bajo importe sustraído hace que, aunque sea un un delito técnicamente posible, no resulte muy rentable para la persona que debe ejecutarlo. No obstante para evitarlo existen precauciones que podemos tomar.
No obstante hay que insistir, la tecnología no es buena ni es mala, es tecnología. Por ejemplo, no se puede criminalizar a la tecnología de impresión en tres dimensiones ya que a través de de su uso se están generando de forma rápida y barata prótesis para víctimas de amputaciones en la guerra de Sudán, que de otra forma no tendrían otra alternativa, , otro ejemplo se ha producido en Holanda donde recientemente se ha realizado el primer transplante de mandíbula donde el hueso se había generado a través de una impresora en tres dimensiones.
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